Por G.A. CHINNI
Corría el último verano antes de la pandemia de Covid 19 y pensaba que había leído todo o casi todo sobre el genial C. S. Lewis. Habían pasado cinco días de playa y descanso pero necesitaba algo más; sí, algo productivo de verdad; nada de perder el tiempo mirando el paisaje, tomar sol o evitar que mis hijos se arrojen al mar. Necesitaba algo fuerte: leer un libro junto al mar durante horas y días. Tan solo interrumpido por alguna vianda, bebida alegre o gaviotas cercanas. ¡Sí!, ¡con un libro serían unas vacaciones inolvidables en la playa! Pero había un problema, no tenía nada para leer y los primeros paseos veraniegos por las librerías no mostraban nada interesante.